ASED.- En ceremonia celebrada
en la Casa de la Cultura “Olla de
Piedra” en el pueblo de San Antonio
Tecómitl, en la delegación
Milpa Alta, autoridades capitalinas
pusieron fin a cuatro décadas
de conflictos agrarios y territoriales,
al otorgar documentos
que dan certeza jurídica a 1,226
ejidatarios de la demarcación, así
como de Tláhuac.
Los afectados sufrieron problemas
territoriales que, en algunos
casos llegaron a ser muy graves,
durante 40 años, debido a que el
gobierno capitalino no ponía orden
para determinar hasta dónde
llegaban sus parcelas.
Por ello el secretario de Gobierno
del DF, José Ángel Ávila, califi-
có como una “excelente noticia”
el dar a conocer que después de
realizarse los estudios correspondientes
y efectuarse medidas
y reconocimientos durante todo
el 2008 “hoy tengamos la oportunidad
de estar reuinidos para
otorgar estos documentos que dan
certeza jurídica a los dueños de
ejidos, en una delegación que se
distingue por conservar su tradición
agraria”.
Ávila Pérez explicó que las acciones
emprendidas benefician
a los ejidos: San Antonio Tecómitl,
San Nicolás Tetelco, Santa
Ana Tlacotenco, San Jerónimo
Miacatlán, San Juan Tepenuhuac
y San Francisco Tecoxpa.
Dichos ejidos se han considerado
como parte esencial de la reserva
agrícola de la capital, ya que en
ellos se cosecha la mayor cantidad
de nopal, haba y frijol, además
de ser uno de los pulmones
de la ciudad.
Por su parte los ejidatarios mostraron
rostros de felicidad y se
vieron muy animados durante el
evento. Sin embargo, algunos de
ellos pidieron que las autoridades
piensen en el futuro ya que ahora
la meta será la conservación y
producción de los terrenos, sobre
todo en materia de sustentabilidad
y rezago agrario.
Los beneficiados dijeron que ahora
se debe incrementar la producción
agropecuaria, y que sus tierras tendrán
mayor valor rentable.
que a pesar de la crisis
en la Casa de la Cultura “Olla de
Piedra” en el pueblo de San Antonio
Tecómitl, en la delegación
Milpa Alta, autoridades capitalinas
pusieron fin a cuatro décadas
de conflictos agrarios y territoriales,
al otorgar documentos
que dan certeza jurídica a 1,226
ejidatarios de la demarcación, así
como de Tláhuac.
Los afectados sufrieron problemas
territoriales que, en algunos
casos llegaron a ser muy graves,
durante 40 años, debido a que el
gobierno capitalino no ponía orden
para determinar hasta dónde
llegaban sus parcelas.
Por ello el secretario de Gobierno
del DF, José Ángel Ávila, califi-
có como una “excelente noticia”
el dar a conocer que después de
realizarse los estudios correspondientes
y efectuarse medidas
y reconocimientos durante todo
el 2008 “hoy tengamos la oportunidad
de estar reuinidos para
otorgar estos documentos que dan
certeza jurídica a los dueños de
ejidos, en una delegación que se
distingue por conservar su tradición
agraria”.
Ávila Pérez explicó que las acciones
emprendidas benefician
a los ejidos: San Antonio Tecómitl,
San Nicolás Tetelco, Santa
Ana Tlacotenco, San Jerónimo
Miacatlán, San Juan Tepenuhuac
y San Francisco Tecoxpa.
Dichos ejidos se han considerado
como parte esencial de la reserva
agrícola de la capital, ya que en
ellos se cosecha la mayor cantidad
de nopal, haba y frijol, además
de ser uno de los pulmones
de la ciudad.
Por su parte los ejidatarios mostraron
rostros de felicidad y se
vieron muy animados durante el
evento. Sin embargo, algunos de
ellos pidieron que las autoridades
piensen en el futuro ya que ahora
la meta será la conservación y
producción de los terrenos, sobre
todo en materia de sustentabilidad
y rezago agrario.
Los beneficiados dijeron que ahora
se debe incrementar la producción
agropecuaria, y que sus tierras tendrán
mayor valor rentable.
que a pesar de la crisis
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