Texto: Episcopado
Como cada 2 de febrero, barrios y pueblo se volcaron multitudinariamente a las calles, recorrieron los recovecos de una tierra tapizada de júbilo y esperanza; la familia Poblano Hernández veía cómo el último día de su mayordomía se escapaba entre las sonrisas de la gente “fue… ha sido y sé que seguirá siendo una bendición para nosotros”, declaró un miembro de la mayordomía 2011 del Niñopa. Mientras, los temblores de la danza y las notas lanzadas violentamente a un cielo gris y nublado, eran los primeros latidos de emoción contenida que por casi cuarenta años la familia Sánchez Altamirano, del barro de San Lorenzo, tuvo que esperar para recibir al Niño Dios en su hogar.En medio de todo esta algarabía, el arzobispo de México, cardenal Norberto Rivera Carrera, pausado y sereno, recibió con un devoto beso en la frente al Niñopa y el atrio de la parroquia de San Bernardino de Siena junto con varios miles de fieles y visitantes abrazaron a las familias, mayordomos, posaderos, arrulladores, peregrinos de los barrios tradicionales de Xochimilco. No faltó el signo litúrgico de la Solemnidad: la bendición de las velas -las candelas- en signo de un pueblo que confía en que Jesús, es la luz que ilumina a todos los pueblos.
Visita histórica
El Cardenal Rivera Carrera había ya demostrado su veneración por el Niñopa y su respeto por las tradiciones del pueblo xochimilca, durante las celebraciones de apertura y clausura del Año Jubilar de la iglesia de San Bernardino de Siena con motivo del 475 aniversario de su fundación; sin embargo, este 2 de febrero fue la primera ocasión en que el Primado de México y Cardenal de la Iglesia Universal, preside el cambio de mayordomía del Niñopa agradeciendo su labor a la familia Poblano Hernández y depositando la confianza de un pueblo en la familia Sánchez Altarmirano.
El arzobispo recordó en su mensaje pastoral que Jesucristo, desde su más inmediata infancia mortal, vino al mundo a purificar a su pueblo y a transformar sus corazones.
En la Celebración Eucarística, el arzobispo estuvo acompañado por sus obispos auxiliares, Andrés Vargas Peña, Antonio Ortega Franco y Adolfo Castaño Fonseca. Mons. Vargas Peña, vicario episcopal de la VIII zona pastoral, asentada en Xochimilco, Tláhuac y Milpa alta, agradeció la presencia del Cardenal Rivera y recordó la presencia, hace un año, del Nuncio Apostólico en México, Christophe Pierre, en el marco de la misma ceremonia.
Finalmente, el párroco de San Bernardino, P. Adrián Huerta Mora, agradeció la presencia de todos, el apoyo de las comunidades, mayordomías y feligreses; y presentó un breve informe de los trabajos realizados en la parroquia durante el 2011.
Más información en: http://www.siame.mx/apps/aspxnsmn/templates/?a=6652&z=32
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