
Hace unos días, trabajadores del campamento Capulines se
fueron a paro debido a que las autoridades no habían cumplido con la partida
presupuestaria de 2014, y por lo tanto no contaban con uniformes, cascos, botas,
y herramientas de trabajo.
El viernes pasado y luego de dos visitas del delegado,
Miguel Ángel Cámara, llegaron a la conclusión de que no habría forma de
suspender el paro, ya que las autoridades no les cumplían con sus requerimientos.
Ayer lunes, un enviado del secretario general del Sindicato
de Trabajadores del GDF, Juan Ayala, platicó con los inconformes, y se llegó a la
resolución de que el paro continuaba.
Hoy, tras una reunión en donde las autoridades les
ofrecieron apenas migajas, dichos empleados aceptaron, y llegó a su fin la
huelga de apenas unos 10 días.
Aún no se ha podido establecer cuándo se les otorgará el
presupuesto 2015.
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