“Preservar el patrimonio biocultural no es sino un acto de justicia territorial y social”, afirma la legisladora por Xochimilco Tlalpan
El exhorto, considerado de urgente y obvia resolución, está dirigido a la Secretaría de Medio Ambiente, a la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial, así como a la Comisión de Recursos Naturales y Desarrollo Rural, con la intención de establecer medidas integrales, con enfoque comunitario, de género y territorial, que hagan realidad la protección de este patrimonio más allá de lo simbólico.
Juana María Juárez explicó que las terrazas agrícolas, especialmente en Xochimilco y Milpa Alta, representan no solo un sistema de producción ancestral que permite conservar suelos, agua y biodiversidad, sino también una expresión viva de los saberes, la identidad y la espiritualidad de los pueblos originarios.
“Quienes hemos caminado entre estos surcos sabemos que ahí se cultivan más que maíz, frijol, haba, nopal o calabaza. Ahí se siembran también la memoria, el orgullo y el compromiso con nuestra historia”, declaró la legisladora
Muchas de estas técnicas, como los metepantles y presas de barranca, agregó, han sido conservadas por mujeres campesinas, quienes desempeñan un rol central en la transmisión de conocimientos agroecológicos y la cohesión comunitaria.
“Si permitimos que la especulación inmobiliaria, la falta de reconocimiento institucional o la falta de coordinación gubernamental las condenen al olvido, perderemos mucho más que un paisaje: perderemos una parte esencial de nuestra identidad y de nuestra capacidad para enfrentar los retos ambientales y alimentarios que vienen”, enfatizó Juárez López.
Entre los puntos solicitados, destaca la creación de un censo actualizado de productores, un padrón de usuarios de terrazas, la vigilancia ecológica participativa, la promoción de convenios para producción sustentable y acciones contra la urbanización ilegal.
La diputada advirtió que, sin mecanismos presupuestales ni estrategias operativas, el decreto publicado en la Gaceta Oficial corre el riesgo de quedar en el papel.
“Defender las terrazas es defender la historia, la cultura, la soberanía alimentaria y el derecho de las futuras generaciones a heredar un territorio sano y productivo. Les invito a respaldar este Punto de Acuerdo de urgente y obvia resolución, no solo con su voto, sino con su compromiso político y social”, concluyó.
Con esta propuesta, el Congreso capitalino se posiciona a favor de una
política pública más equitativa, sostenible y con raíces comunitarias, donde la
voz de quienes habitan, cultivan y protegen el territorio sea el eje central de
toda acción gubernamental.