El próximo fin de semana serán las votaciones internas del
PRD y en Xochimilco, cada representante demuestra que el partido vive una
desunión total, porque cada quien jala por su lado
El canto del Anáhuac (43) / Opinión
Por: Apolinar "Poli" Xíncatl
No encontramos mejor definición para encabezar esta columna
que, por cierto, nos trae de regreso a este medio de comunicación que cada día
cuenta con más y más lectores.
Este domingo 7, sí domingo 7, se llevarán a cabo las
elecciones internas del PRD y, como siempre, los compadrazgos y amiguismos se
han presentado por todas partes.
Todos ellos buscando
dominar el seno del alicaído partido del Sol Azteca, todos con el cuchillo
entre los dientes, con el poder de convencimiento para que voten por ellos,
pero muy poco preocupados por el pueblo que, finalmente, es quien les entrega
el poder (aunque muchos aún no se han dado cuenta).
Y hablamos de las corrientes, porque hay bastantes
planillas; sin embargo, tocaremos un poco de las que han hecho más promoción en
Xochimilco.
Aparentemente, Izquierda Democrática Nacional (IDN) y
Alternativa Democrática Nacional (ADN) llevan cierta ventaja sobre otras como
los Progresistas, los Chuchos y algunos más, pero en la realidad la daga por la
espalda está presente en cada una de estas planillas.
El miércoles pasado
en un salón de Xochimilco, se llevó a cabo una reunión con lo más
granado de la administración local, quienes apuestan por la corriente del Profesor
de las Ligas, René Bejarano. Entre las "personalidades" que
estuvieron por ahí se encontraba el propio jefe delegacional, Miguel Ángel
Cámara, quien convivió alegremente con parte de su gabinete; Uriel González,
Manuel González, y otros hombres cercanos al que se metía dinero hasta en las
bolsas, como Juan González.
En la reunión todos fueron uno (o cuando menos eso dijeron).
Cámara tomó el micrófono y dijo que él era IDN, en una clara afrenta a quien
lleva la batuta en Xochimilco por parte de ADN, Ana Julia Hernández, asambleísta
por el Distrito 39 local.
Esta vecina de Gustavo A. Madero, a quienes algunos ya dan como
la próxima delegada, en buena parte por los millones de pesos que ha gastado en
promover su imagen, y regalar desde salas, y tinacos hasta trámites para obtener
actas de nacimiento (por cierto, programa realizado por el GDF que le envió una
camioneta a su casa de gestión para agilizar la promoción), anda buscando más
que otra cosa el poder.
Una fuente muy cercana a la legisladora local, nos dijo que
el proyecto de doña Ana Julia no va por la delegación, sino por una secretaría
del GDF, que bien podría ser la Coordinación Metropolitana y Enlace
Gubernamental de la Secretaría de Gobierno DF, aunque, desde luego, el poder
nunca se desprecia, y por lo tanto ya prepara a su gente para los puestos de
elección popular que traerá el 2015, pero antes, su planilla debe obtener el
triunfo.
Uno que no se ve muy
preocupado por las votaciones, pero que opina por todo lo que pasa en el país,
menos por lo que sucede en Xochimilco, es
el diputado federal Alejandro Sánchez Camacho, quien un día le tira a Marcelo
Ebrard, el otro a los Chuchos y luego se regresa con el Gobierno Federal.
Lo cierto es que en todo su mandato, Xochimilco ni lo
conoce. El sombrita, como le llaman los columnistas políticos, hace buen honor
a su nombre, porque en el Distrito 21 federal, solo es eso, una sombra. Primero
dejó año y medio a su suplente Hugo Sandoval, quien bien que mal, medio se dio
a notar con algunos proyectos, pero en diciembre retomó su cargo (principalmente,
porque venía el pago del aguinaldo) y desde entonces no se sabe nada de él en
Xochimilco. Claro, su cargo como secretario general del PRD, no le deja mucho
tiempo para las minucias que pasan en su terruño natal.
Y hablando de diputados federales, otra que anda critique y
critique todas las reformas que propone el Gobierno Federal, pero anda votando
a favor de ellas, es Lourdes Amaya, diputada por el Distrito 25.
Ella desde hace unas semanas le hace insistente promoción al
Movimiento Progresista, que tiene a la cabeza a Marcelo Ebrard, quien a pesar
de que se dijo inocente por los problemas d ela Línea 12 del Metro (que en
realidad es un Tren Ligero grandote), prefirió tomarse un tiempo alejado de la
política para que se enfriaran las cosas.
Doña Lourds Amaya presume fotos de sus viajes por el mundo
en redes sociales, pero tampoco ha hecho una propuesta concreta para este
terruño, pero eso sí, pide a quienes pueden sufragar que voten por su planilla,
buscando lo que llama “la verdadera izquierda”.
Total que aunque salgan con su “domingo 7” o no, el pueblo
es el más olvidado de este asunto. Pero como dicen por ahí,: “No tiene la culpa
el indio, sino quien lo hace compadre”.
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