Usuarios y trabajadores tienen mese quejándose ante las autoridades,
quienes por cierto, dirigen este lugar, sin que se haga caso a sus demandas; no
existe el mínimo de seguridad, higiene e interés por resolver los problemas.
Por: Héctor Aguilar
El Teatro Carlos Pellicer se edificó frente al Museo Dolores
Olmedo ya hace muchos años, según la página de Concaulta, se le debe mencionar
como Centro Cultural, pero según sus usuarios y trabajadores es un gran
elefante blanco (aunque éste sí se terminó de construir) y una pesada carga
administrativa, que ya no sirve para realizar las actividades que se ofrecen en
él.
Pisos de madera totalmente olvidados y que provocan que los
usuarios salgan con astillas en los pies en actividades como Tae Kwon-Do, hawaiano
o yoga; higiene nula, debido a que no existe personal de limpieza, falta de
seguridad y, por si esto fuera poco, maestros a los que no les pagan.
Así lo expresaron una docena de persona quienes firman un
correo que nos hacen llegar a esta redacción, en el cual exigen que las
autoridades tomen cartas en el asunto cuanto antes, ya que, incluso, hay un
salón que ha sido clausurado, debido a
que personal de Protección Civil de la delegación Xochimilco, prohibió la
entrada ante el deterioro del mismo.
“Somos profesores de la Casa de la Cultura del Conjunto
Cultural Teatro Carlos Pellicer y queremos denunciar que no nos pagan en tiempo
y forma. El régimen en el que estamos contratados es autogenerados 70/30, por
lo que nosotros generamos nuestro propio ingreso a través de las cuotas que
pagan los usuarios por tomar el taller que desean”, señala la misiva.
Los maestros afirman que desde hace muchos meses la
respuesta es la misma en la delegación “no hay recurso”. Aunque ese 30 por
ciento que debe aportar la delegación es solo para el mantenimiento del
Conjunto Cultural, el cual se encuentra en pésimas condiciones y abandono.
Por otra parte, aseguraron: “No contamos con personal de
limpieza, ya que no hay recursos para pagarle, así que los maestros hacemos la
limpieza de nuestros salones, con nuestros propios mechudos, recogedores,
pinol, cloro etc. De los baños ya ni hablamos, a veces los administrativos los
limpian, pero si no, ya se pueden imaginar”.
Además, las cosas van empeorando conforme pasan los meses ya
que, a pesar de que no cobran, ellos mismos deben aportar para pagar los gastos
de operación del inmueble.
“Hace días que no contamos con línea telefónica, ya que no
la han pagado, no hay tóner, y todo lo tenemos que proveer los profesores, y
además no nos pagan”, dicen.
Pero eso sí, quienes dirigen este centro exigen que se
incremente la matrícula de alumnos, aunque no haya condiciones para realizar
las actividades.
Este medio se trató de poner en contacto con Rubén Jiménez
Gómez, quien en la página de la delegación aparece como subdirectora (así, con
a) de Servicios Educativos y Culturales, así como con Gildardo Ata Romero, JUD
de Servicios Culturales, desde el pasado viernes. Nunca nos respondieron.
Sin embargo, lo peor del caso es que –según nos dicen-
existe un salón que se encuentra en tan malas condiciones que de plano ya fue
clausurado por las propias autoridades de Protección Civil ante la falta de
seguridad que representa para los usuarios.
“En meses pasados se dictaminó por parte de Protección
Civil, que uno de los salones ya era de alto riesgo usarlo, por lo que se nos
prometió que se haría una remodelación del centro, pero a la fecha no hay
noticias. Los usuarios ya están muy molestos por el malísimo estado de los
salones”, finalizaron.
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