Por: Redacción
Ya que la actual administración ha tomado la decisión de no
otorgar permisos de edificación para constructoras que tienen la intención de
abrir centros comerciales y tiendas de autoservicio en Xochimilco, (cuando
menos estos primeros años de gestión, porque seguramente cuando se acerque el
2018 tendrán vía libre, con su respectiva cuota), el crecimiento en la demarcación
no se detiene, y es la zona de Santiago Tepalcatlalpan la que continúa en
desarrollo, con la llegada de otra cementera.
Una docena de cuestionamientos nos han llegado por redes
sociales y correo electrónico sobre los camiones que entran y salen del terreno
que se encuentra a un costado del Chedraui, y que apenas divide una pequeña
calle que atraviesa la carretera San Pablo.
"Estaba esperando el camión y de repente salieron tres
tráilers llenos de tierra y una excavadora del lugar, cuando antes no se sabía
ni qué había ahí", nos escribieron.
"Están metiendo camiones y tráilers con tierra",
señaló otro usuario en Facebook. "En la mañana había banqueta, cuando
regresé de dejar a mis hijos en la escuela y hacer unas compras, ya no había y
por la tarde ya estaba una rampa, ¿qué están construyendo en ese terreno",
fueron preguntas que nos llegaron.
Bien, este medio se dio a la tarde a hacer lo que todos
deberíamos haber hecho antes, ir a preguntar, y la respuesta fue la
construcción de otra planta cementera, tal y como sucede con la que se
encuentra a unos metros de ahí, a un costado del Instituto Clarac, pero ésta
será propiedad de la empresa Moctezuma.
Sin atajos ni cuestionamientos, varias personas que trabajan
en el lugar se acercaron con nosotros para darnos esta información que debe considerarse mucho menos peligrosa
para la delegación, que el hecho de edificar Centros Comerciales o tiendas y,
sobre todo, menos contaminante.
Pero, bueno, así las cosas en Xochimilco, donde sus
autoridades permiten la construcción de una cementera que, de seguro afectará
el medio ambiente, pero no una tiendas porque se va a llevar la inversión de
los pequeños comerciantes, en una zona donde, por cierto, no hay comerciantes más
que de flores.
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