Por: Héctor Aguilar
El progreso urbano y la naturaleza, de plano, no se llevan,
y cuando el progreso comienza a entrar a Xochimilco, aún menos.
Así lo indica la cantidad de árboles que han sido talados
para hacer la L5 del Metrobús, que correrá, en una primera etapa, desde San
Lázaro hasta la Prepa 1. Y el número aumentará dramáticamente, o cuando menos
así parece, cuando más de 350 árboles que se encuentran en el amplio camellón
de la Avenida Muyuguarda corran el riesgo de desaparecer.
Según notas informativas más de 500 árboles fueron talados
para la construcción de la L1, por Insurgentes, un número inexacto se suman al
resto de las líneas, y para la 5, ya llevan cerca de 500. El problema es que tan solo en estos 2 km de
Periférico a la Prepa 1, de la UNAM, hay más de 350 árboles.
"Nosotros estamos de acuerdo en que entre el Metrobús,
porque Xochimilco tiene pocas vías de acceso y salida, pero una de las
maravillas de este lugar es vivir, todavía, entre la naturaleza, áreas verdes,
que ya no hay en otros puntos de la Ciudad de México", señala, Patricia Kury,
vecina de La Cebada y quien es investigadora de la Máxima Casa de Estudios.
"Ojalá las autoridades respeten a la naturaleza, porque
Xochimilco es el último pulmón de la capital, para la capital, si quitan
árboles van a afectar el entorno ecológico, que apenas y es medio sustentable
para esta zona. Si afectan el entorno, afectan a todo Xochimilco, y si se
afecta Xochimilco se afecta a toda la ciudad", dijo con mucha razón.
Lo cierto es que no hay muy buenas noticias para estos gigantes
de madera que, en muchos casos, llevan más de 100 años viviendo tranquilamente
en la zona y proporcionando oxígeno.
Basados en otras construcciones del Metrobús es muy probable
que muchos de ellos desaparezcan, porque el desarrollo urbano y el medio
ambiente parecen estar peleados a muerte, primero morirán ellos, y luego...
nosotros.
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