Por: Héctor Aguilar
Vaya pesadilla la que vivió el partido
Morena este fin de semana en Xochimilco. Ni siquiera la visita de la jefa
de Gobierno pudo controlar el enojo y arrepentimiento que vive esta alcaldía
del sur de la Ciudad de México al elegir a sus servidores públicos.
Con palabras fuera de tono para
cualquier personaje que trabaja para el pueblo, levantó la voz contra señoras y
trabajadores del lugar, le sdijo de todo y todavía los amenazó con que se iba a
convertir en un “dolor de hue…” (como si no lo fuera ya tener que soportar a
gente de esta calaña y que forman o en algún momento formaron parte del grupo
de choque de la administración).
Por otra parte, un funcionario en
labor de la propia alcaldía fue identificado por vecinos y empleados del mercado
de flores de Cuemanco en total estado de ebriedad. Para su mala fortuna alguien
tomó las fotos en el momento exacto y salió en todas las redes sociales, pero
todavía peor, estaba en el lugar cuando se hacía un operativo policiaco por la
Secretaría de Seguridad Ciudadana.
¿Qué
estaba haciendo ahí? Nadie lo sabe, pero el hecho es que apareció en las
imágenes del domingo y forma parte de la estructura administrativa de la alcaldía
Xochimilco.
Y para cerrar con broche de oro,
la visita de la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum se convirtió (ahora sí) en
una pesadilla para el servidor público José Carlos Acosta, quien tiene a su
cargo la administración en esta demarcación, y el grupo de “barber…”, digo funcionarios
que lo acompañaban.
Como siempre sucede, gobierno
tras gobierno, cuando viene el jefe hay que pintar calles, limpiar semáforos,
agregar señalización y barrer las calles que tenían semanas sin remodelación.
Lo saben bien los habitantes de San Gregorio, quienes esperaron la llegada de
la ex delegada en Tlalpan, para atizarle con todo a Acosta sobre el abandono en
el que tiene al pueblo, uno de los más afectados por el temblor de 2017, así
como por la pandemia de covid 19, y de los menos atendidos.
Sheinbaum se tuvo que soplar media
hora de quejas sobre la secundaria, las calles, el agua, el drenaje, etc, para
al final decir que “se llevaba todas las quejas y las iba a trabajar”.
El problema es ¿por qué se tiene
que llevar las quejas? ¿no se supone que no debería haber quejas? Y si ya las
conocía ¿por qué no traía las soluciones en la mano? ¿quién falló en la
alcaldía para que la señora no tuviera que soportar queja tras queja de los
ciudadanos? ¿o de plano le dijeron que iba a llegar con todo “planchado” para
saludar gente, dar su discurso e irse, como ha sucedido en otras visitas?
Si a eso le sumamos que en la semana se inauguró una estatua de más de 9 millones de pesos que no servirá de nada y que con ese dinero se pudieron haber hecho mejoras para la sociedad y que la única representante del distrito por Xochimilco se atrevió a presumir que votó a favor de desaparecer los fideicomisos solo porque su patrón lo ordenó, imagínense.
Total, que la decepción es mayúscula entre los habitantes de Xochimilco con su elección de 2018. Más que una reelección, lo que Morena necesita es salvar la alcaldía, porque a como se ven las cosas el 6 de junio de 2021 los resultados no les van a favorecer, aunque, todavía tienen tiempo para solventar una mala administración que, más que mala, ha sido totalmente impotente para demostrar que han trabajado (si es que lo han hecho) por el pueblo que votó por una persona y en la red se llevó a muchos otros al poder.
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