La necedad del alcalde hace que los grupos del propio partido en el poder se separen y busquen enfrentar a su candidata para el 2024
Apolinar “Poli” Xíncatl
¿Ha notado que "desapareció" la publicidad de la doctora Shame? |
Sin más, comenzamos.
La cerrazón y el berrinche en el que vive el actual alcalde
de Xochimilco, sigue siendo de no creerse. La decisión unipersonal y totalmente
autónoma de darle a su joven encargada del Bienestar la bandera para continuar
con una de las PEORES administraciones en la historia de Xochimilco, no
deja de causar sorpresa, pero más allá de ésta, la determinación ha creado separación,
enojo, mentadas, traiciones y hasta venganzas.
El hecho de que el actual administrador de Xochimilco (que no
gobernante) haya decidido que él tiene todo el poder para determinar lo que a
un partido le cuesta días y meses de pláticas, hizo que Morena se
desquebrajara en mil pedazos en Xochimilco. Tan solo basta repasar los
hechos.
Claudia Sheinbaum (#DoctoraSHAME o Doctora Vergüenza,
si lo quiere leer en español) le dio la espalda a su chofer... quiero decir
al alcalde, y nos cometan que esa fue la razón para abandonarlo a su suerte
en esta carrera política. La e jefa de Gobierno, y ahora ganadora del “show
de las corcholatas morenistas”, le dijo adiós a José Carlos Acosta ya que
ella tiene a otro suspirante, que nada tiene que ver con esta niña, que a leguas
se entiende que no sabe nada de política.
Pero no solo la doc, está en descuerdo. La diputada
federal Flor Ivonne Morales, quien desde hace meses sacó su bandera Marcelista,
fue alejada por “los claudios” y por ello dejó de apoyar (aunque nunca lo hizo)
a JC. También tiene sus consentidos para el cargo.
Nos comentan que el ex encargado de Cuauhtémoc, Ricardo
Monreal, ya tiene candidato, pero el problema aquí es que cuando el
zacatecano se presentó en suelo xochimilca no fue muy bien recibido por JC, y
al parecer, se lo echó encima, en una batalla que va más allá de lo político.
De AMLO ni hablamos, ni conoce a JC, no se acuerda ni quién es. El señor que vive en un palacio y que gobierna un país que está solo en su imaginación, tiene claro que Xochimilco es demasiado pequeño como para preocuparse por poner a un candadito. Siempre ha sido moneda de cambio y siempre lo será. 200 mil votos no son nada para una campaña federal.
Pero no solo los morenistas andan enojados con JC, también
los partidos rémoras, esos que les avientan tantita carne y ya se sienten
dueños del bistec entero. Me refiero a Gerardo Fernández Noroña, quien ya
anda pensando en poner a la diputada local Circe como candidata.
Pero imagine usted, si el rollizo administrador dejará
que llegue, cuando fue una de sus peores enemigas en cada una de las
comparecencias que tuvo en el Congreso de la Ciudad de México, con su “fuego
amigo”. Además, como lo hacían con los esclavos, ningún amo le va a quitar
el pie del cuello a sus achichincles de partidos menores.
Por si esto fuera poco, mencionan que la misma Doctora Vergüenza
“le pidió” al “Changoléon” que dejara en paz esta alcaldía, porque ella ya
tenía candidato (varón, por cierto, y viejo conocido que va por tercera ocasión,
pero por otro partido que ya tiene acuerdo desde el gobierno capitalino).
Y, por si esto fuera poco, todavía están los aspirantes
dentro de la alcaldía, esos que les prometieron la candidatura y no se las
dieron, quienes ya preparan la estrategia para que doña Eriquita no sea la candidata
y, en todo caso, no gane la contienda.
Total, que esa decisión de JC hizo que todo mundo se alejara
de Xochimilco. De por sí es la peor alcaldía calificada a nivel local, el
peor alcalde, con el mayor número de incidencia criminal, y todavía sin apoyo
político para tratar de salir delante de algún modo, con ayuda de algún
gobierno.
Estamos a la deriva y parece que la gente tampoco está interesada,
porque siempre es más fácil estirar la mano que pensar en mejorar como sociedad,
¿verdad?
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