Estamos importando celebraciones
en Xochimilco; lo malo no es la fiesta, sino el desorden, 14 horas de
música a todo volumen y sobre todo la falta de vigilancia y seguridad
para los jóvenes.
El canto del Anáhuac (33) / Opinión
Por: Apolinar "Poli" Xíncatl
No cabe duda que para males nunca es suficiente y si en
Xochimilco ya tenemos inseguridad, mantas que amedrentan a ladrones en lugar de
la policía, desorden público, basura, canales contaminados, manifestaciones, asentamientos
irregulares, crecimiento desorganizado
la mancha urbana, etc., ahora nos han "importando" una nueva
moda: los raves (reivs) o también conocidos como "afters".
El domingo pasado Santiago Tepalcatlalpan fue la sede de uno
de estas fiestas de jóvenes, donde se baila, se grita, se saca el estrés, pero
donde también se reportan personas bajo el influjo de drogas, bebidas
embriagantes y todo tipo de desmanes que afectan, principalmente, a los vecinos
del lugar, pero también a los propios asistentes.
Y aun así, NADIE hizo nada por controlar a estos
adolescentes, y en muchos casos niños, de 13, 14 o 15 años, quienes terminaron
literalmente "fulminados" por más de 14 horas de reventón, que
comenzó a las 7 am, según nos dicen vecinos de ese lugar, y terminó cerca de la
1 am, del lunes.
Ya se podrá imaginar, los lamentos de auxilio que lanzaban
los vecinos, quienes tuvieron que soportar el "punchis punchis" a todo lo que daba durante tanto tiempo, pero
sabe qué, eso no es lo peor. Dentro de todo lo criticable que deja esta
experiencia no está el oír a todo
volumen este tipo de música, sino los resultados que dejó el famoso rave.
Chicos de 14 a 17 años tirados en las calles totalmente
ebrios o en su caso drogados, muchos de ellos caminando para regresar a sus
casas sujetándose de las paredes, a punto de desfallecer por los excesos y lo
peor, muchos otros que bajo esos mismos efectos, subieron a sus autos y
"condujeron" para salir del complicado lugar como pudieron.
La fiesta se llevó a cabo en un despoblado de la parte alta
del pueblo, rumbo a Xancantitla, y aquí surgen varias preguntas.
¿La autoridad delegacional sabía del evento?, de ser así,
¿por qué se permitió que se consumieran todo tipo de estupefacientes y bebidas
embriagantes a destajo?, de no ser así, pues les avisamos.
Se están llevando a cabo este tipo de raves, donde no hay
control sobre nada. Los jóvenes son presa de los excesos en un lugar lejano,
sin vigilancia y en donde puede pasar, prácticamente, lo que sea.
A los padres, se les avisa. Sus hijos pueden estar acudiendo
a estos sitios, aguas, porque al no haber control, cualquiera se acerca a
vender lo que traiga y luego de 7, 8 o 10 horas, quién sabe qué pasó con sus
hijos.
Y para las autoridades, mucho ojo, porque después de toda
esa omisión, desacato y falta de administración, en este tipo de eventos puede
haber violencia.
O le ponen seriedad a este asunto que involucra a jóvenes o
se pueden meter en un problema muy fuerte, que les puede costar, incluso, el
perder la delegación, porque la gente cercana afirma que vivieron escenas de
todo tipo entre los jóvenes.
Ojo, esto está pasando en Xochimilco, el domingo sucedió y
ante la cantidad de adolescentes y jóvenes que acudieron, es muy posible que
vuelva a pasar. Pónganse abusados autoridades porque es otra bomba de tiempo. En
esta demarcación.
