Los medios de comunicación están unidos contra el jugador y a favor de sus propios intereses.
Por: Héctor Aguilar
Foto: Google
Por primera ocasión en muchos años, quizá desde su creación, los cimientos de la Federación Mexicana de Futbol, se están balanceando peligrosamente de un lado para el otro desde la semana pasada, cuando los jugadores se dieron cuenta de que son quienes mandan y no los propios federativos.
La polémica por aquella famosa fiesta, donde algunos (si no es que todos) los seleccionados se la pasaron en la juerga con mujeres (bueno, casi), vino y relajo durante toda la noche, sigue siendo el tema de conversación, pero... ¿de verdad tenemos que creer lo que nos dicen los medios de comunicación?, ¿Cómo podemos estar seguros de que son culpables cuando los mismos medios están coludidos con la federación, porque las transmisiones de los partidos dejan ganacias millonarias para ambas partes?
Piense esto... si los jugadores atacan a la federación, ¿los medios a quién defenderán? ¿A los jugadores?... No lo creo... porque los intereses creados por la Femexfut son muy fuertes.
A la televisión le da lo mismo si juegam cinco novatos o 10 veteranos porque ya tienen vendidas sus próximas transmisiones cercanas, ellos lo que quieren es tenerlo a usted pegado a la pantalla y venderle basura, como lo han venido haciendo durante los últimos 50 años. Si juega Márquez está bien, si juega Pedrito el de la esquina también, pero aguas, sólo mientras tenga vendida mi estructura de publicidad.
Eso de acusar a los jugadores de no querer representar a la patria, de no vestir la verde con orgullo, de no sentirse privilegiados de portar la camiseta, debería ser una mentada de madre para los federativos, porque ellos tampoco quieren a este país, ni están orgullosos de él, son verdaderos vendepatrias, porque comercian con ella, negocian con el nombre, con la bandera, con sus colores, con su prestigio, con su idea, con su recuerdo, con la imagen que representa.
Y si no me cree, es que no ha estado en un partido "molero" México - El Salvador en Los Ángeles, California, con la tribuna llena, donde los paisanos de por allá, van con uan gran sornrisa a dejar entre 20 y 100 dólares (entre 260 y mil 300 pesos aprox. cada uno) a las taquillas, no para ver a la Selección Nacional, sino para estar cerca de sus raíces.
Eso, señores, es vender al país en el extranjero pero no para beneficiarlo de alguna manera, sino para sacar provecho.Y eso no lo hacen los jugadores, sino los directivos.
El castigo de seis meses es para dar risa, porque México sólo tiene 1 encuentro en los siguientes cinco, contra Venezuela, entonces, ¿cuál castigo?
¿La actitud de los futbolistas es la adecuada? No lo sé, pero sí sé que si ellos se niegan a jugar, afectarán los intereses más sagrados de la Femexfut, los económicos, y ahí, estoy seguro que Justino Compeán y Decio de María, van a doblar las manos.
Estos dos señores son mercenarios, no les interesa el país, ni la selección, ni el aficionado, mucho menos el deportista, les interesa hacer dinero y si en un encuentro no están los jugadores titulares, el Azteca no se va a llenar y entonces vendrán los problemas, con lso patrocinadores, las televisoras y todo lo que genera venta, venta, venta, recursos para ellos.
Ojalá que los propios futbolistas continúen con esta decisión de no jugar, con la seguridad de estar haciendo algo positivo, pero no creo que eso dure demasiado, se van a enfrentar los monstruos, las televisoras, la gente que los coloca en otros equipos, los federatvos, los promotores, los publicistas, ellos lo tienen todo en contra, pero... si logran sacar adelante su proyecto de crítica al futbol, quizá veremos la tan aclamada Asociación de Jugadores, que durante tantos ñaos han querido llevar a buen puerto, desde Carlos Albert, hasta Carlos Hermosillo.
¿Lo lograrán?
Finalmente, no se deje usted llevar, como aficionado, por lo que dicen los medios, ellos están aterrados también, porque se les puede ir de las manos un negocio donde tienen apostados millones y millones de dólares, por ello cuando el jugador se levanta en armas, todo el sistema se le vendrá encima. Y lo estamos viendo.
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