Ante la enorme división que existe en el seno de los dos partidos que “dominan” en esta alcaldía, las cuestiones morales se convierten en un punto de suma importancia para el éxito o el fracaso del PT
Héctor Aguilar
De inicio, recordamos a Séneca, quien dijo que “La
fidelidad que ha sido comprada con dinero puede ser vencida por el dinero”.
“Una promesa es un concepto vago hasta el momento en que
entra en juego el concepto de lealtad”, afirmó Yukio Mishima.
“La lealtad significa darme tu opinión honesta, ya sea
que pienses que me gustará o no”, dijo el general Colin Powel, y
podríamos cerrar con algo tan banal como Harvey Specter, el abogado de
la serie de TV, Suits, quien afirmó que “La lealtad viene de ambas
partes; si usted es leal conmigo, yo lo seré con usted”.
Pero, ¿por qué filosofamos en esta columna sobre esta realidad
humana, que pocos controlan y mucho menos llevan a cabo? Porque en Xochimilco
eso es precisamente lo que debería buscar el Partido del Trabajo y su
única aspirante a gobernar en el poder Ejecutivo, Circe Camacho.
¿Y sabe qué? Eso en un pueblo que se la ha pasado estirando
al mano y que lo que menos tiene es tiempo de ver quien es moralmente mejor que
el otro, va a estar muy complicado. Pero, lo que sí es cierto es que es una
meta que existe y que algunos conservamos.
Circe necesita de apoyo, fidelidad, lealtad
que le proporcione seguridad a su gobierno, porque venir de un partido
donde seguramente ni siquiera tienen suficiente gente para llenar los espacios claves de la alcaldía, se ve complicado.
Punto 2, porque se va a enfrentar a Morena, y créanme, estos
señores no se andan con cosas y tienen lo que decía Séneca.
Tres, porque Xochimilco es su único estandarte a nivel
federal y la alcaldesa electa tiene la obligación de hacer un buen papel, no
solo ante la ciudadanía de Xochimilco, sino con su propio partido, en el
seno, de donde salieron otros políticos que no tuvieron la oportunidad que ella
ostenta hoy.
Y cuatro, porque, desde luego, quiere que su periodo se
extienda a seis años y no solo a tres.
No será fácil, pero se está reuniendo con las personas
adecuadas, y no hablamos de partidos ni de colores, está llamando a quienes de
verdad le pueden dar un empujón, a quien la rescate cuando algo salga mal y acercándose
a las personas correctas.
Porque ahora, seguramente, y como cada tres años, todo mundo
and tras el hueso. Pero la lealtad viene de ambas partes. Y es
recíproca.
Lo que resta de julio será de pláticas, de confianza mutua, de
LEALTAD a prueba, pero quienes se queden, no deben pensar en la recompensa,
sino en lo duro que será este ascenso a una montana roja y de estrella amarilla
en la cima que ya no busca llegar, sino tan solo mantenerse y crear éxito y
confianza entre la ciudadanía.
0 comentarios:
Publicar un comentario