El predio que se encuentra detrás del viejo edificio sede
del poder en Xochimilco y que fuera clausurado por el INAH, presenta avances
importantes para la construcción de un restaurante y una tienda sin importar
que ahí se hayan encontrado vestigios prehispánicos históricos.
Por: Héctor Aguilar
Cientos de páginas existen en internet donde las autoridades
de la Delegación Xochimilco se manifiestan en contra de la construcción de
Centros Comerciales, con el argumento barato de que si los autoriza perderán el
nombre de Patrimonio de la Humanidad. Lo mismo sucedió la semana pasada con una
iglesia que fue cerrada en San Isidro y que luego de pedir “perdón”, el propio
delegado Avelino Méndez, volvió a abrir.
Y mientras esto sucede en Xochimilco, justo detrás del viejo
edificio delegacional, entre las calles de Gladiolas y Pedro Ramírez del
Castillo, el enorme terreno frente al Cendi, es trabajado sin mayores problemas
para una nueva construcción.
Así quedó demostrado en imágenes que nos enviaron vecinos
del lugar y donde apenas el año pasado el Instituto Nacional de Antropología e
Historia (INAH) cerró lo que era un estacionamiento, al encontrar decenas de
estatuillas, imágenes y vasijas prehispánicas, cuando se quería edificar un
restaurante Toks y una tienda Home Depot.
Al parecer estos grandes establecimientos ya lograron obtener
los permisos que no se han podido agenciar otras tiendas como WalMart y
Chedraui, a quienes el mismo delegado ha prohibido establecerse en diversos
terrenos, en Santiago Tepalcatlalpan y Tulyehualco, aunque en ninguno de ellos se
haya encontrado historia antigua en sus entrañas.
No obstante, desde la calle Pedro Ramírez del Castillo se
puede observar cómo entran y salen pesados camiones con toneladas de tierra y
varilla, además de que hay una pluma de construcción ubicada en el lugar.
La pregunta es: ¿cómo es posible que se permita la
construcción de edificaciones novedosas en un espacio que debería formar parte
del mismo Patrimonio Cultural, no solo de Xochimilco sino de un país entero,
cuando el delegado está tan preocupado por no perder su propio patrimonio?
En las fotos se puede apreciar que la construcción ya va
bastante adelantada, con una profundidad notoria, que lleva varias semanas y
que se ha mantenido bajo el más absoluto secreto, ya que de no haber sido por
los vecinos, no hubiéramos conocido de esta historia.
Increíble también resulta que el propio INAH no actúe en un
lugar que debe estar protegido por ellos, ¿O quizá ni siquiera saben que los
trabajos se llevan a cabo?
Las incoherencias de un gobierno que no deja construir a un
gigante comercial en terrenos particulares, pero sí lo permite en terrenos con profunda
historia de los primeros colonos de Xochimilco.
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