Xochimilco. ¿Crónica de un contagio anunciado cuando buscas la vacuna?

Hay tanta gente en el deportivo que es imposible saber a quién culpar, si a las autoridades por no poder organizar la vacunación, o a los mismos jóvenes, quienes han hecho del desorden su bandera

Héctor Aguilar

Dicen que en ocasiones es peor el remedio que la enfermedad. Nunca mejor dicho, cuando en Xochimilco se soslaya toda clase de organización, tanto social como de autoridades, cuando hay toda una nueva generación que demuestra no tener idea de lo que es la disciplina y el "valemadrismo" es una de las banderas que enarbolan con mayor poder.

Así parece, luego de dos días de ponerse en marcha la campaña de vacunación contra covid 19, en el deportivo Xochimilco, donde hasta este momento se han reportado más de 29 mil personas; según datos del gobierno capitalino, tan solo durante el primer día se colocaron cerca de 22 mil vacunas, tanto de las empresas Pfizer como de Astra Zéneca,ésta para las personas de entre 30 y 39 años, que aún no tenían el refuerzo, y muchos más, jóvenes entre 18 y 29 años, que buscaban colocarse la "Pfai", por primera ocasión.

Para colmo, el gobierno autorizó doble aplicación en el mismo lugar, pero nunca esperó que tanta gente se reportara en las primeras 48 horas. Esto ha causado, y sigue hasta el momento, filas enormes, caracoles, lombrices de fila que vienen y van, y no te queda claro si debes formarte en una o en otro.

Cuando estás formado en alguna de estas filas, "la gente de mete", nos dijo Melissa, quien es oriunda del pueblo de San Francisco y que, con 23 años, busca ser una de las afortunadas. "Pero mire, mire cómo se meten y las vela madres que estemos aquí desde muy temprano. Desafortunadamente, la gente joven es la que menos caso hace a las indicaciones", asegura.

Desde las 8 de la mañana se encuentra personal de vacunación con altavoces tratando de controlar a la marabunta que se ha dejado venir a Xochimilco. "Yo nunca había venid a Xochimilco", dijo Joaquín, un jovencito de apenas 18 años, quien estaba a unos cuantos metros a punto de entrar. "Yo vivo en el Estado de México, pero me dijeron que podía venir acá".

Hay incluso personas vestidas con botargas de superhéroes, de dinosaurios y hasta de conejo y perro. "Tratamos de impulsar que los jóvenes vengan a ponerse la vacuna, ese es el sentido de estar aquí con las botargas".

Al principio, este reportero ha de reconocer que pensó que esto era una especie de burla para los jóvenes, quienes a estas alturas ya deberían tener un adecuado pensamiento, madurez, sobre la importancia de cuidar su vida la de los demás. Sin embargo, nos dimos cuenta que no todos piensan igual. De repente, seis muchachos llegaron disfrazados: "Superman necesita de su vacuna", gritaron a lo lejos, mientras una "Frida" salía con el objetivo logrado. 

La desorganización priva en todas las puertas. La seguridad es otro punto que no se tiene bien cuidado, dos señoras ya grandes, se quejaban de que habían perdido sus pertenencias luego de que una marabunta de jóvenes, las rodeador, cuando trataban de hace una sola fila, tiempo después se dieron cuenta que ya no traían su monedero. Sus lamentos se convirtieron en gritos: "vaya a chi… contra el cab... que haya sido".

Hay tanta gente que es imposible saber a quién culpar, y esto nos lleva  al tema principal. La razón pro las que los jóvenes se están vcunando es precisamente para evitar el contagio, pero parece que no hay un sentido común que permita pensar que con 20 centímetros que existen entre cada uno de ellos, no habrá contagios. Algunos sin cubrebocas (aunque hay que reconocer que la mayoría sí lo porta), los besos, las carcajadas, los gritos, el desmadre abunda. Algunos formados y comiendo, a expensas de que una sola que esté contagiada, pueda esparcir el problema cuando lo que se busca es controlarlo. No obstante, hoy se notó un poco más de rectitud y rapidez que ayer. el problema no es la aplicación, sino llegar adentro.

“Nadie pone de su parte”, dice Susana, a quien encontramos en la puerta sobre la calle Maíz, “es cierto que las autoridades deberían poner orden, pero también mucho depende de nosotros mismos. Venimos a prevenir un contagio y mire, todos pegaditos, una detrás de otros, platicando, comiendo, prestándose plumas entre seis o siete personas. No hay una capacidad para entender que estamos en una pandemia, que la sepa ya mutó y que hoy habemos 2, 3, 4 mil personas, no sé cuántas aquí, juntas y sin prevención. Es como ir a un concierto, pero sin música”, concluyó.

Cabe recordar que la semana pasada la propia Secretaría de Salud confirmó el contagio de más de 45 mil personas en la demarcación.

El gobierno de la CdMx anunció que serán poco más de 90 mil vacunas durante cinco días, sin embargo, y haciendo cuentas, si el primer día se pusieron 22 mil, es muy probable que para los últimos dos días, no alcance el producto, a menos que se autoricen más vacunas de inmediato.